Y es que las mujeres somos unas catedráticas del lenguaje - modificadoras del carácter. Nacimos con el master debajo del brazo. Pero en este caso, hablando de modificar el carácter, ya no hablamos del nuestro propio, si no el de los demás, sobretodo el del sexo masculino. Es increible como nos gusta jugar y conseguir las cosas. Tenemos ese don y no hay que desperdiciarlo, no señor, somos poderosas sí. Es fantástico que con solo simples palabras podamos llegar a decir tanto: cuando un no se convierte en un sí; cuando un nada significa un mundo entero de cosas convirtiéndose en una alarma nuclear; un quizás ser un no; un lo que tu quieras o tu mismo se conviertan en un desafio a mano armada; o decidiendo una misma con el famoso hacemos lo que tú quieras.
Increibles, indescifrables e inimitables, conquistadoras del lenguaje y modificadoras, tal cual mujeres, pero que sin las cuales esto se convertiría en algo muy aburrido ;)